POR QUÉ BETTY LA FEA LE DEJA GRANDES LECCIONES A LAS EMPRESAS FAMILIARES
Exceso de confianza, omisión de procesos de control, socios desentendidos, disyuntivas entre lo ético y lo legal son algunos de los aspectos que los expertos de FORENSIC destacan como riesgos latentes para las empresas, haciéndolas vulnerables a ser víctimas de fraudes y presas fáciles de los delincuentes de cuello blanco.
El equipo de expertos en Forensic Auditing Group se dio a la tarea de debatir, desde nuestro campo de la auditoría forense y la gestión del riesgo, sobre lo que sucedió en el capítulo de la afamada novela Yo soy Betty La Fea, titulado: Betty entrega el balance real de Ecomoda, el cual fue tendencia mundial hace poco.
Para tener un contexto claro, en este capítulo Betty, asistente de gerencia, entrega los informes reales a la junta directiva de Ecomoda, una empresa familiar dedicada al sector de la moda. Se dice que entrega los informes reales porque por orden de Armando, el gerente, los había estado maquillando para hacerles creer a los socios -familiares de Armando- que la empresa iba viento en popa y alcanzando las ambiciosas metas que Armando se había propuesto.
En realidad, Ecomoda estaba al borde de la quiebra pues las colecciones de ropa lideradas por Armando habían fracasado en ventas.
Para evitar un embargo, además crean una empresa, Terramoda, en la que Armando invierte un capital y la pone a nombre de Betty.
Terramoda finalmente tiene una prenda sobre Ecomoda lo que salva a esta última de ser embargada por los bancos; incluso, por medio de la nueva compañía se empiezan a pedir préstamos para solventar el déficit de la empresa madre.
Riesgos en las empresas familiares
Para empezar nuestro equipo de Auditoría Forense y Gestión de Riesgos ha señalado un punto clave: se trata de una empresa familiar. Una circunstancia nada alejada de la realidad, pues de acuerdo con cifras de Confecámaras (2018) el 86.5 por ciento de las empresas en el país son familiares.
Este punto marca una característica importante en la forma en la que usualmente funcionan estas empresas familiares y es la confianza. De acuerdo con nuestros expertos las familias que suelen dirigir estas empresas confían en que sus miembros serán transparentes durante la sociedad, siempre.
Sin embargo, y aunque esto pueda ser cierto en buena medida, no es una garantía para que situaciones como las retratadas en Ecomoda no sucedan. Algunos de los errores que se señalan y que pueden llevar al fracaso es precisamente ese, el exceso de confianza que permite una fe ciega en quien dirige la compañía, generando socios ausentes de lo que ocurre en general. En la novela vemos esto claramente: los padres del gerente (socios) viven por fuera del país, otro familiar socio en realidad lo que le importa es recibir su cheque y otro está comprometido con quien dirige la compañía, es la prometida de Armando. Tal vez el único que medio indaga en el asunto de lo que ocurría era Daniel Mesa, cuñado de Armando y accionista de la empresa, pero lo hace porque persigue la caída de su cuñado para él poder hacerse como gerente de Ecomoda.
El exceso de confianza es un riesgo que puede mitigarse generando incluso los controles internos en la empresa, desde los más básicos hasta los más complejos, comenta Carlos Gómez, gerente de riesgos de GFA.
Otro control a destacar lo mencionó Felipe Sarmiento, gerente de Auditoría, quien resaltó la importancia del revisor fiscal que en ocasiones es vagamente valorado y quien podría ser un primer filtro para que un acto corrupto no se lleve a cabo desde una gerencia, como en este caso.
Según Sarmiento, aunque estas prácticas que vemos en el capítulo de la novela no resultan ilegales, en sí no son éticas, profesionalmente hablando, y señala que “no siempre lo legal es éticamente correcto”, como sucede en el caso Ecomoda.
Para analizar esto más a fondo es necesario señalar que en el caso de la novela Armando le pide a su secretaria Betty maquillar los estados financieros. Pero además resultan creando una empresa, legal, que absorbe en parte, por medio de una prenda, la empresa original y que además pide préstamos a los bancos para facilitar la liquidez financiera de la empresa original. Todo legal hasta el momento, pero la cuestión desde la ética y transparencia evidencia la opacidad de los actos.
Estas medidas de ’contingencia’ se aplicaron, según se retrata, por malas decisiones administrativas que pusieron en jaque la liquidez de la empresa: como lo fue el disminuir la calidad de los productos y cambiar materiales y unas metas demasiado ambiciosas.
Según los expertos estos actos que en apariencia son pequeños e inocentes y en pro del no arruinar una empresa, como lo es el caso de Ecomoda, se constituyen en parte como actos opacos que en últimas son los que facilitan futuros actos corruptos.
Recordemos un acto opaco en la novela que fue el abrir una posible cuenta offshore para proteger los activos de la empresa y otro acto fue el crear una empresa que absorbió a la original, una característica común en diversos casos de fraudes económicos que en la vida real se llevan por delante grandes empresas y familias. Actos que además en realidad podrían constituir tipologías o ser indicios de fraudes económicos.
Para la muestra un caso real: Gestiones financieras. En Gestiones financieras la empresa madre creó diversas empresas asociadas para soportar su funcionamiento, por medio de estas empresas se puede presumir que se pudieron haber fugado los recursos de los inversionistas originales que hoy en día pelean legalmente por sus recursos. No sabemos si tuvieron en Gestiones cuentas offshore para que los recursos se desviaran a otro país, pero puede suceder. Por esta razón es que la reparación real nunca llega a los defraudados y es cuando una auditoría forense, que permita rastrear el origen y destino del dinero, resulta primordial.
Otro punto a abordar en Ecomoda es el de los proveedores, los proveedores los absorbió, se entiende, la empresa nueva y aunque no sucedió nada muy grave, sí podría pasar. Un ejemplo es que los proveedores que pasan de un lado a otro puedan estar involucrados con lavado de activos, financiación del terrorismo o que la misma empresa lo esté y se relacione con otras sin que estas tengan en su radar las repercusiones de una relación de este tipo.
Ante esto Gómez señala que una herramienta como el empleo del due dilligence o debida diligencia a los proveedores, clientes, empleados, podría mitigar el riesgo de contratar con empresas de alto riesgo o que son señaladas por las UIAF de malas prácticas empresariales y actos corruptos, como el lavado de dinero o la financiación del terrorismo.
Lo ocurrido en Ecomoda manifiesta la falta de controles internos en una empresa y ejemplifica la realidad, según los expertos, pues para el sector no es un secreto que las empresas omiten conscientemente los controles y planes para protegerse del fraude, sobre todo en búsqueda de rendimientos, manteniéndolas en riesgo latente. Las compañías que acuden a estas malas prácticas que, aunque no ilegales sí faltas de ética, le abren la puerta a la comisión de fraudes, por parte de un empleado, gerente, proveedor, etc., de una forma muy sencilla.
Por ello, se señala la importancia que tienen los socios cuya responsabilidad es la de incluso llegar a ejercer su derecho de inspección en las ocasiones en que sea necesario, para garantizar la transparencia de los movimientos de una empresa.
Ante este panorama, el equipo de expertos subraya, además, que es primordial que, aunque se trate de empresas familiares y medianas se empleen los controles debidos que permitan mitigar los riesgos que hoy en día tocan a la puerta sin aviso.