LA RELEVANCIA DE LA AUDITORÍA FORENSE FRENTE A LAS AUDITORÍAS TRADICIONALES
‘La auditoría tradicional está enfocada principalmente a la parte financiera y es realizada por un auditor independiente, quien emite una opinión con el alcance que determine el cliente, situación que no ocurre con la auditoría forense, ya que esta examina al detalle toda la trazabilidad de las operaciones en su conjunto, las normas, los procesos y procedimientos; se utilizan técnicas de investigación y metodologías forenses, con lo cual, se emite un dictamen normalmente con fines jurídicos y se sustenta por el auditor forense ante un tribunal”, Carlos Julio Cortés, CEO de FORENSIC AUDITING GROUP.
La auditoría forense ha evolucionado mucho en Colombia y principalmente en América latina y algunos países europeos; desde su implementación en el año 2006, es una herramienta técnica de gran valor para las organizaciones públicas y privadas, permitiéndoles tener recursos técnicos y humanos para la prevención del fraude, el lavado de activos, el control del cumplimiento normativo y principalmente la corrupción. En materia jurídica, desde la promulgación de la Ley 906/2004 Código de procedimiento penal y la Ley 1564/2012 Código General del proceso, se implementó la igualdad de armas en los procesos jurídicos, ya no solo el Estado con su aparato investigador y acusador tiene la facultad de recaudar evidencia, sino fueron también trasladadas estas facultades a los particulares para complementar su defensa técnica, claro está con algunas limitaciones. En ese campo ha tenido protagonismo la Auditoria Forense, por cuanto se ha conocido que en hechos de gran importancia, ha apoyado y colaborado con la justicia en la investigación de grandes fraudes y el descubrimiento de carteles por ejemplo en el sector de la salud que desfalcaron los recurso de los Colombianos; también la auditoria forense ha aportado a los empresarios y al Estado un grado de confianza en el resultado trasparente de su gestión, es decir, el auditor forense es el garante de la verdad de los hechos que investiga y sobre los cuales elabora un dictamen, por lo anterior, la auditoria forense garantiza una mayor eficiencia y oportunidad en las investigaciones.
Es importante que los abogados y el publico en general tengan en cuenta que los auditores forenses en su rol como Peritos expertos, contribuyen a disminuir – considerablemente los tiempos procesales, dado que su labor es equiparable en gran medida como si fuera una fiscalía privada, pues puede producto de su investigación recaudar y aportar pruebas a un proceso.
Son varias las diferencias con la auditoría en general, las cuales serán abordadas en el marco de este artículo.
No obstante, antes de hacer énfasis en estas diferencias, es importante compartir algunas definiciones para una mejor comprensión. Bien lo recuerda la contadora pública y académica Sandra Milena Bareño-Dueñas en el artículo científico Mecanismos de contabilidad para prevenir y detectar el lavado de activos en Colombia (2009) que en términos de investigación contable y de procedimientos de auditoría, la auditoría forense, según Cano & Lugo, se podría definir como: “una auditoría especializada en descubrir, divulgar y atestar sobre fraudes y delitos en el desarrollo de las funciones públicas y privadas”, (Cano & Lugo, 2005, pp. 16, 20).
Así mismo, como lo señala Bareño-Dueñas al referirse a la definición de Pablo Fudim (citado en Badillo, 2007, p. 6): “la auditoría forense es la rama de la auditoría que se orienta a participar en la investigación de ilícitos. La auditoría forense procede dentro del contexto de un conflicto real o de una acción legal con una pérdida financiera significativa, donde el auditor forense ofrece sus servicios basados en la aplicación del conocimiento relacionado con los dominios de lo contable (como información financiera, contabilidad, finanzas, auditoría y control) y del conocimiento relacionado con investigación financiera, cuantificación de pérdidas y ciertos aspectos de ley”.
Además de ello y teniendo en cuenta el rol que asume el auditor forense, es importante mencionar la reflexión que realizan los autores Miguel Antonio Cano y Danilo Lugo C:
“… Siendo la Auditoría Forense una ciencia que permite reunir y presentar información financiera, contable, legal, administrativa e impositiva, en una forma que será aceptada por una corte de jurisprudencia contra los perpetradores de un crimen económico, existe la necesidad de preparar personas con visión integral, que faciliten evidenciar especialmente, delitos como: la corrupción administrativa, el fraude contable, el delito en los seguros, el lavado de dinero y el terrorismo, entre otros. La sociedad espera de los investigadores, mayores resultados que minimicen la impunidad, especialmente en estos momentos tan difíciles, en los cuales el crimen organizado utiliza medios más sofisticados para lavar dinero, financiar operaciones ilícitas y ocultar los resultados de sus diversos delitos…”, (Cano & Lugo, Auditoría Forense en el Sistema Penal Acusatorio: Introducción práctica del ejercicio profesional del Auditor Forense como testigo experto en una Corte Judicial–Documento publicado por U.S. InterAmerican Affairs).
Por su parte, Carlos Julio Cortés, CEO de Forensic Auditing Group, sostiene que “de los delitos financieros, el fraude es muy dinámico y evoluciona tan rápido que cuando las organizaciones sospechan que está ocurriendo ya está muy avanzado. Por ello, para abordarlo se requiere de profesionales idóneos, conocedores no solo de la contaduría sino también de técnicas de investigación, con formación jurídica en materia penal y civil; es decir, de los auditores forenses. Serán ellos quienes reúnan la información financiera, contable y legal para ser presentada ante un juez o un fiscal como prueba del delito”.
Según el directivo, las diferentes auditorías, como la operativa, administrativa, de cumplimiento, financiera, de control interno, entre otras, se convierten en un apoyo para la forense, donde el auditor se vale de ellas para realizar su trabajo, pues los informes generados en el marco de éstas son claves para su investigación.
De acuerdo con Carlos Cortés, en la auditoría forense se pone a prueba sus habilidades de investigador y, además, sus conocimientos técnicos en las ciencias contables. La auditoría tradicional está enfocada principalmente a la parte financiera y es realizada por un auditor independiente quien emite una opinión, con el alcance que determina el cliente, lo cual no ocurre con la auditoría forense, en donde se examinan al detalle toda la trazabilidad de las operaciones en su conjunto, las normas, los procesos y procedimientos, se utilizan técnicas de investigación y metodologías forenses, se emite un dictamen normalmente con fines jurídicos y se sustenta por el auditor forense ante un tribunal.
“Al realizar, por ejemplo, una auditoría internacional, no todos los auditores están preparados para ello, más aún con la implementación de las Normas Internacionales de Contabilidad (NIIF, por su sigla en inglés), los auditores forenses, que generalmente son contadores, deben conocer la mayor cantidad de reglamentación posible y mantenerse muy actualizados para poder desempeñar su labor de la mejor manera posible”, dice el directivo.
Las auditorías tradicionales no están contratadas para buscar o detectar el fraude u otros delitos financieros; y si se encuentra alguno, será en el marco y desarrollo del proceso. A diferencia de otros auditores, el forense debe encontrar el punto crítico en donde se afectó el negocio. Su labor está enfocada a investigar y detectar las anomalías en los números o cifras de una compañía para reunir de manera efectiva las pruebas que permitan imponer una sanción o castigar la comisión de un delito económico o financiero.
“No existe un programa antifraude, todas las actividades económicas son permeables, pues el defraudador está todos los días observando cómo va a cometer el delito. A diferencia de los demás campos de la auditoría, los auditores forenses son quienes podrán contribuir en las organizaciones no solo para detectar los delitos financieros, sino también para prevenir y proceder frente a las distintas acciones del fraude”, concluye Cortés.
De acuerdo con el CEO de FORENSIC AUDITING GROUP, las siguientes son algunas de las diferencias entre la auditoría en general y la auditoría forense:
Mientras que la auditoría forense hace una inspección minuciosa a todas las partidas, decisiones y las personas que integran un grupo de operaciones y en los periodos que considere necesarios, las demás auditorías son selectivas, establecen la denominada materialidad y generan muestreos o selección de partidas a verificar.
La auditoría forense emplea técnicas forenses o de investigación dentro del procedimiento para mitigar o prevenir el fraude u otros delitos financieros, evaluando todos los procesos, los procedimientos y las matrices de riesgo, mientras que las demás auditorías no realizan este tipo de pruebas, así como tampoco tienen como finalidad mitigar o minimizar el impacto de los delitos o revisar si existe una matriz de riesgo.
El auditor forense tiene la facultad para prestar su servicio como auxiliar de la justicia, sirve de perito ante las autoridades en las audiencias, lo que se debe a su conocimiento en técnicas de investigación, sobre normatividad, entre otras características con las que no cuentan los demás auditores.
Las pruebas realizadas por el auditor forense se pueden recopilar y ser usadas dentro de un proceso judicial, mientras que las pruebas y los procedimientos realizados por la auditoría tradicional no tiene ese fin y no son idóneas dentro de un proceso judicial, dado las limitaciones en el análisis de las operaciones.
En la auditoría forense se hace un dictamen pericial muy especializado, mientras que las demás auditorías realizan informes o dictámenes de acuerdo con las muestras analizadas, la cuales son parciales y dependen de las operaciones a analizar.
La auditoría forense utiliza técnicas de investigación como: el aseguramiento de la información, entrevistas, y realiza indagaciones a profundidad sobre toda la trazabilidad de las operaciones que se requiera investigar para encontrar el origen de los recursos y determinar si son lícitos o no. Mientras que en las demás auditorías no pasa esto ya que, como se mencionó anteriormente, no buscan el fraude, solo verifican que los procesos se hayan realizado de la forma correcta y las muestras que toman para su análisis son parciales.
Forensic auditing Group y su grupo de Huella Forense comparte el siguiente cuadro comparativo, el cual aborda diferentes aspectos, que señalan la finalidad de la auditoría en general y de la auditoría forense:
Auditoría tradicional | Auditoría Forense | |
Objetivo | Construir una opinión de los estados financieros para tomarlos como un todo. | Determina la probabilidad o la magnitud del fraude ocurrido. |
Propósito | Usualmente se requiere para los usuarios de los estados financieros. | Entrega la información suficiente sobre un fraude que ocurrió o que puede ocurrir. |
Valor | Adiciona credibilidad a la información financiera reportada. | Resuelve las sospechas y las acusaciones, determina los hechos. |
Fuentes de evidencia | Cuestiona, observa y examina las transacciones contables que soportan los estados financieros. | Revisa detalladamente los datos financieros y no financieros, investigaciones públicas y conductas. |
Suficiencia de la evidencia | Convicción razonable. | Establece hechos que soportan o refutan sospechas o acusaciones. |
Fuentes: Cuadro de autoría de Sandra Milena Bareño-Dueñas, académica y contadora pública. Publicado en el artículo científico Mecanismos de contabilidad para prevenir y detectar el lavado de activos en Colombia (2009). La autora tuvo como como fuente el título A guide to forensic accounting investigation y contó con la traducción de Juan Pablo Rodríguez Cárdenas.